1.3. ¿Por qué debes preocuparte por la Inteligencia Artificial?

Ya hemos dicho que, hoy en día, las IAs pueden superarte en multitud de ámbitos. Pero hace apenas un año o dos, no eran capaces.

¿Qué quiere decir esto?

Dos cosas:

1. Que este campo avanza a un ritmo frenético que exige estar en constante reciclaje.
2. Que dentro de otro año o dos, tendremos entre manos algo que hoy sólo podemos catalogar como magia. Debemos estar preparados.

Y, para colmo, la IA está presente en multitud de ámbitos. Desde la microbiología hasta la creación de contenidos en internet (echa un vistazo al Parque de Creación de Contenidos con IA), pasando por la detección de tumores o la optimización de estrategias de inversión.

Está en cualquier lugar a donde mires. Y está aquí para quedarse.

Tienes 3 opciones:

1. Llorar porque te va a quitar tu trabajo.
2. Apretar los puños y negar la realidad de que eso va a suceder.
3. Aceptarlo y aprovechar las oportunidades que brinda esta nueva situación.

Yo te recomiendo apostar por la tercera opción.

Aunque no lo creas, estamos en los primeros pasos de esta tecnología.

Así que hay muchas oportunidades. Y, por oportunidades, me refiero a dinero.

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Yo sí mando spam. Cuando tengo que vender, vendo. El resto de tiempo envío emails con temas que considero interesantes.

Hablo de todo lo que me sale de los cojones, no sólo de marketing o negocios. Hay política, filosofía y otras gilipolleces.

Es probable que después de leerla me odies.

Incluye orangotanes.

Si decides adaptarte a esta nueva situación, te darás cuenta de que las IA te pueden ayudar en tu día a día. Te permiten escribir más y mejor, programar más y mejor, diseñar más y mejor, etc.

Y, por supuesto, te permiten hacer cosas que antes no podrías. Por ejemplo, puedes transcribir los vídeos de YouTube de un canal camboyano, traducir esos textos en camboyano al sueco, publicarlos en un blog y ganar dinero con ese blog.

En cuestión de pocas horas.

Por no hablar de que pueden ayudarte a hacer mejor tu trabajo (me refiero al trabajo por el que te pagan, si es que lo tienes).

En fin, que puedes elegir entre cerrar los ojos y que te arrolle el tren, o subirte a él y llegar muy lejos.